martes, septiembre 13, 2005

Alfonsina by Matias

Hoy en el trabajo no podía dejar de pensar en esa noche de enero en Mar del Plata. Viví la escena, como mínimo, unas 34 veces.
Estábamos en la casa de mi tío y con mi hermano nos antojamos de Coca. Fuimos caminando hasta la estación de servicio a comprarnos una botellita y de paso nos tomamos un helado. En el viaje de vuelta veníamos caminando por el costadito de la calle, de repente mi hermano se detuvo y abstraído empezó a recitar "De la inquietud del rosal". Cuando terminó sólo se excusó diciendo que tenía ganas de traer ese poema a ese preciso momento.



El rosal en su inquieto modo de florecer
va quemando la savia que alimenta su ser
¡Fijaos en las rosas que caen del rosal:
tantas son que la planta morirá de este mal!
El rosal no es adulto y su vida impaciente
Se consume al dar flores precipitadamente.

No hay comentarios.: