martes, julio 05, 2005

Un mal que nos acecha

Es preocupante la proporción de personas con mal aliento en Buenos Aires. Me aterra afrontar el hecho de que cada día son más los que padecen, y sobretodo nos hacen padecer, de este terrible, irrespetuoso, inescrupuloso problemón. Encima, para colmo de males, parece ser que llevo un imán siempre conmigo y voy por la vida pegándome a personas que en vez de hablarte se cagan en tu cara y se caracterizan únicamente por su edor.

Por qué cada vez es más rancio ese bao verde que sale de sus bocas ya sea al bostezar, toser, hablar, estornudar, respirar, o cualquier acción que implique abrir la misma?
Cómo me descompone esa mezcla tan variada y tropical de olores en una sola boca! Tenemos de tutti: cloaca, Constitucion anche Once, bacalao, zoológico, saliva, perro, Riachuelo, eructo a chorizo a la provenzal, sustancias tóxicas, lo que dé.

Yo me pregunto si es una conspiración en mi contra, si es un mal social debido a lo podrido que están los argentinos, si nace todo por la situación económica que no permite consultas al gastroenterólogo o la adquisición de una buena pasta dental...la cuestión es que no puedo vivir más sumergida en una nube de tan mal aliento.

Nota: La maniobra chicle/caramelito NO SIRVE

5 comentarios:

Cruella De Vil dijo...

Adhiero mi estimadísima April.
Y es bueno que haga pública la inutilidad de la maniobra caramelo y/o chicle ya que hay algunos ingenuos (¿?) que creen que haciendo uso y abuso de dicho método solucionan el agraviante hedor en cuestión.
Nada más falso e inocuo.

Psicodélica star dijo...

Me essssssssssplicas por qué cazzo no es de conocimiento mundial la utilidad nula del caramelito (ni hablar de los que ya andan con el spray de menta "fresca" en sus carteras/bolsillos).

Es como esa gente que transpira con mucho olor y se pone desodorante para tapar. Tapar qué? Si no es que se evapora el hedor anterior. Desodorante y transpiración se retroalimentan.

Cruella De Vil dijo...

Mire lo que le digo April...
Aplauso, medalla y beso!
Ya era hora de terminar con estos mitos urbanos más cercanos a un dibujito de Disney que a la vida misma.
El caramelito no cura la halitosis y el Impulse no te tapa el olor a camello que cruzó el Sahara. Ok?
Ahora les quedó claro?
Listo.
Sigamos con otra cosa. :)

Anónimo dijo...

Claro, ustedes porque tienen la suerte de poder comer sanito y fresco todos los días (tiene la suerte de "comer" simplemente, miren lo que les digo!). Y de los condicionadores de aire que nos arruinaron la atmósfera, y los perfumes caros con o sin CFC que usan.
Pero claro, no tienen que comer lo poco que encuentran en un tacho de basura y correr la ciudad de punta a punta por una mísera empanada de perro en el mejor de los casos.
No, si... acá el que no corre vuela.

Psicodélica star dijo...

No entiendo a qué va tu respuesta. Igual no tengo ganas de polemizar. Me muerdo la lengua y ya (sí, tengo lengua que morder)