lunes, diciembre 31, 2012

Soy de las personas que hacen balances anuales.Y, además, soy una persona optimista y positiva. Por eso creo que, a pesar de todo, el balance es positivo. Ojo, dije "creo", no estoy segura todavía.

La primera mitad del 2012 le gana por goleada a la segunda (incluso me han dado un premio por goleadora).

Arranqué con una promoción en el trabajo, tras sólo 8 meses de hacer algo completamente nuevo. Tuve uno de los mejores cumpleaños de mi vida, rodeada de toda mi gente querida (hasta de mi amiga que vive en España). En abril conocí un lugar que me partió la cabeza. Me fui a Río de vacaciones y la pasé genial; conocí a mucha gente divina con la que sigo teniendo contacto y con la que sigo planeando encuentros. Luego de un arduo año de ensayo, en mayo se estrenó la obra teatral que produje por primera vez en mi vida. Cosechó excelentes críticas, me permitió compartir tiempo con mi hermano en su ámbito y participar en un proyecto muy lindo y nuevo para mí del que aprendí muchas cosas –aunque no todas fueron buenas–.

A fines de junio, me lesioné la rodilla jugando al fútbol. Al principio parecía una pavada, pero terminé operada con 3 tornillos. Pasé de entrenar y jugar 4 veces por semana al parate total. Me vi obligada a mudarme por unos meses a la casa de mis viejos y a abandonar a mi equipo por más de 9 meses. Perdí toda la masa muscular y por semanas no pude ni caminar. De a poco voy recuperando músculos que ni sabía que existían. Todavía no puedo correr, pero ya puedo saltar en una cama elástica y hacer bici :)
La lesión cambió totalmente el rumbo de mi año y me afectó más de lo que la gente se imagina. La última parte del año fue como que me la borraron de la agenda. Pero me mentalicé y le estoy metiendo mucha garra a la rehabilitación. Fue bueno ver mi constancia y compromiso.Y como saldo positivo de la lesión, rescato cuánto mejoró la relación con mi mamá en esos meses de convivencia y cómo resurgieron las ganas de escribir en mi espacio virtual, al que le tengo muchísimo cariño.

Me hice adicta a las series. He llegado a ver una temporada entera en un día. Es medio patético, pero me entretuvo bastante en meses de embole. Compartí la pasión de Fringe con Mario, mi hermano y mi mamá. Me obsesioné con Dexter. Me devoré Game of thrones, Homeland y Breaking bad. Vi Lie to me, Modern family, Walking dead, Wilfred, Person of interest, y seguro alguna otra. Y tengo varias en lista de espera.

En octubre me operé los ojos. Ya no soy más miope. Finalmente, pude hacerlo. Ya no más anteojos, lentes de contacto, estuches, líquido para las lentes, etc. Me levanto viendo y me acuesto viendo. Me cuesta asimilarlo todavía. Amo llegar cansada y poder tirarme en la cama, sin necesidad de pasar por el ritual de sacarme y limpiar las lentes.

Diciembre fue especial. Termino el año con una propuesta muy interesante y tentadora que me abre el horizonte a nuevas posibilidades. Por ahora es sólo una oportunidad, que tengo que analizar, pero que me entusiasma muchísimo.

En definitiva, el 2012 fue un año de cambios, que incluso culmina con una oferta de cambio muy grande. Y al 2013, no sé por qué, pero le tengo muchísima fe.

Así que chau y hola. You say goodbye and I say hello ♫

No hay comentarios.: