jueves, julio 19, 2012

Desnuda de frío y hermosa como ayer, tan exacta como dos y dos son tres. Ella llegó a mí, apenas la pude ver aprendí a disimular mi estupidez. Bienvenida, Casandra. Bienvenido el sol y mi niñez, sigue y sigue bailando alrededor, aunque siempre seamos pocos los que aún te podemos ver. Les contaste un cuento sabiéndolo contar y creyeron que tu alma estaba mal. La mediocridad para algunos es normal la locura es poder ver más allá. Baila y baila, Casandra. Digo bien, bien, bien. La pude ver: no hablo yo de fantasmas ni de Dios sólo te cuento las cosas que se te pueden perder.

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