Soñé con vos. Vivías en un cuarto con una ventana grande que daba a la calle, sin cortinas. Cualquiera que pasara podía verte cocinando, durmiendo o escarbándote la nariz. Y yo pasé. Era de noche. Había gente, parecía una reunión con gente no tan conocida. Estabas con ella. Se mimaban, se besaban. Frente a mis ojos.
Al verlo tan concreto, crucé y me acosté (sí, me acosté) en la vereda de enfrente. Tenía una botella de licor conmigo. Al rato salió ella y se empezó a besar con otra persona en el medio de la calle.
Y ahí terminó mi sueño. Tan claro, tan lógico, tan entendible, tan oportuno. Tremendo. Cuánto análisis por hacer, cuánta tela para cortar. Un deleite.
Me levanté de mal humor.
Hace 5 semanas.
5 comentarios:
O_o
rajando para terápia
;)
Ou ies.
Por otro lado, estoy haciendo un ejercicio para recordar los sueños, ya que siempre me costó y me acuerdo de uno cada tanto, muy esporádicamente.
El ejercicio es: ni bien me levanto intento recordar cosas o situaciones que soñé, inmediatamente las anoto en un cuadernito que tengo junto a mi cama. Al principio, no noté la diferencia, ahora casi todos los días me acuerdo de mis sueños. Estoy maravallida y muy interesada en lo onírico.
Y funciona? che lo voy a probar porque yo nunca recuerdo mis sueños
A mí me funciona :-)
Aunque mejor no recordar algunos sueños...
I really appreciate your post and you explain each and every point very well.Thanks for sharing this information.And I’ll love to read your next post too.
Publicar un comentario