martes, agosto 31, 2010

Consideraciones, reflexiones y pensamientos previos

Siempre quise un trabajo que me permitiera viajar. Desde un típico trabajo de oficina o de call center, fantaseaba con aviones, hoteles, paisajes típicos, etc.
Hace unos meses, de la nada, me mandaron un mail con una propuesta laboral en Estados Unidos. Cuando lo recibí y lo empecé a leer, algo dentro de mí se activó y supe que lo quería hacer.
A priori, en mis fantasías, nunca imaginé que iba a estar enterrando fósiles en un arenero enorme para que los niños lo encontraran a los 2 segundos de haberlos enterrado, pero finalmente estaba trabajando de algo que me permitía viajar.
La vida de circo empezó a principios de julio cuando, desde Ezeiza, partí hacia Fargo en North Dakota. De ahí fui a Great falls en Montana y después a Boise en Idaho. Mi próximo destino laboral será Phoenix en Arizona, recién en octubre.
Cuando me enteré de que en el medio, antes de comenzar a trabajar en la cuarta feria estatal, iba a tener un tiempo libre, empecé a diagramar en mi cabeza un viaje hacia la ciudad que siempre quise conocer en América del Norte: New York. Ya estando del lado este del país, pensé que sería interesatísimo conocer, además, Washington D.C., Philadelphia y Boston (Chicago me quedaba a mitad de camino, así que lo dejaré para más adelante).
Y así se fueron dando las cosas: yo pensaba destino, leía, buscaba información, precios, lugares y agregaba la ciudad al itinerario.
Ahora me encuentro en el aeropuerto de Boise, esperando mi vuelo hacia D.C. Y estando acá, sola, me siento grande. Ja.
Nunca pensé que "sentirme grande" iba a ser la sensación que iba a experimentar. Pero sí, es eso lo que siento. No sé muy bien qué es "sentirse grande". Tengo varias horas de vuelo para tratar de aproximarme a una idea de lo que ello abarca.
En líneas más generales, siento que estoy cumpliendo un gran sueño: salir al mundo, yo sola, tomar MIS PROPIAS decisiones. Que nadie elija o decida por mí, hacer lo que DESEO.
Escuchar y obedecer mi deseo; eso que, a partir de terapia, me di cuenta de que es algo que nunca me permití.

Estoy feliz. Empieza mi travesía. Estoy feliz.

4 comentarios:

Carpe diem dijo...

Y yo estoy feliz por vos :-)

A disfrutar y a sentirse grande.

Besito

C.

Fodor Lobson dijo...

que viajeros que están los dos

=)

Enjoy, srta. Star

Gally dijo...

Envidia... no de la sana porque esa no existe, pero si envidia. Con admiración, por supuesto.
Qúe lindo es viajar, más si lo hacés mesclando placer con trabajo.
Desde Concordia, Entre Ríos, Argentina, un saludo hasta el norte, espero que llegue.

Ah, si visitas New York, visitame el Empire State, mi sueño es conocer ese rascacielo.

Almendra dijo...

saludos:)