Es exagerado o por lo menos eso pienso; hablé con vos ayer. Es una sensación extraña: te tengo y no te tengo, estás y no estás. Entiendo el fin de esta propuesta, por algo accedí –bah, creo que accedí–, pero me cuesta horrores no "poder" llamarte. Extraño saber de tu día, escuchar tu voz. No me acostumbro y espero no acostumbrarme. Quisiera contarte que TE compré –finalmente– una lámpara para que puedas corregir en la cama, es violeta (obvio) y lo más importante de todo es que ¡¡alumbra!!. También quiero que sepas que averigüé algo que me re entusiasma, incluye raqueta, y que conseguí un anillo muy parecido al que vengo buscando hace mucho.
Estoy intentando excavar profundo. Lo intento y eso ya es algo. Sin embargo, pienso: pienso si pienso porque tengo que pensar o si pienso porque soy consciente de que es lo que realmente necesito. No es lindo estar ahí en el medio, pero me creo capaz de poder salir de esa incertidumbre. Lo rescatable es que le dedico tiempo y que lo intento.
Mientras tanto –amo estas dos palabras juntas– te extraño.
Hace 1 mes.
1 comentario:
Lámpara, wooooooooo
(Casi 2 años después...)
Te va a hacer bieeeeeeen.
Obvio que yo también te extraño :-)
Tqm
Publicar un comentario