No me des tregua, no me perdones nunca. Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves. ¡No me dejes dormir, no me des paz! Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente. No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante; tálame como un sílex, desespérame.
2 comentarios:
¡A la pipeta! Y si además hay que tener en cuenta eso nuevo que agregaste de que “eres lo que escribes, eres como escribes”...
Besito :-)
¿Pipeta power?
Súmate y verás qué rico que se siente.
Azzzzúcarrrrrrrr. Saborrrrrrrr.
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