lunes, octubre 09, 2006

Sobre el sentido de la vida

Los hombres se parecen a esos relojes de cuerda que andan sin saber por qué. Cada vez que se engendra un hombre y se le hace venir al mundo, se da cuerda de nuevo al reloj de la vida humana, para que repita una vez más su rancio sonsonete gastado de eterna caja de música, frase por frase, tiempo por tiempo, con variaciones apenas imperceptibles.

Pero lo que más que nada contribuye directamente a nuestra felicidad, es un humor jovial, porque esta buena cualidad encuentra inmediatamente su recompensa en sí misma. En efecto; el que es alegre, tiene siempre motivo para serlo, por lo mismo que lo es. Nada puede remplazar a todos los demás bienes tan completamente como esta cualidad, mientras que ella misma no puede reemplazarse por nada. Que un hombre sea joven, hermoso, rico, y considerado, para poder juzgar su felicidad la cuestión sería saber si, además es alegre; en cambio si es alegre, entonces poco importa que sea joven o viejo, bien formado o contrahecho, pobre o rico: es feliz.

Lo que falta en la mayoría de las cabezas son dos cualidades emparentadas: juzgar y tener ideas propias. Ambas cualidades faltan de una manera increíble y los que no pertenecen a ellos no comprenden la tristeza de su existencia.



"por Schopenhauer, que acaso descifró el universo." Borges.

5 comentarios:

Carpe diem dijo...

Eh?

Te sentís bien?

Anónimo dijo...

"los que no pertenecen a ellos no comprenden la tristeza de su existencia"

es lo de siempre: explicar a quien no sabe, es difícilisimo.

Anónimo dijo...

Hay mucho necio dando vuelta por éste mundo.

Psicodélica star dijo...

haya paz

Unknown dijo...

Evidentemente no se siente bien.