viernes, octubre 06, 2006

Catulo

Vivamos, querida Lesbia, y amémonos,
y las habladurías de los viejos puritanos
nos importen todas un bledo.
Los soles pueden salir y ponerse;
nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera luz,
tendremos que dormir una noche eterna.
Dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.

6 comentarios:

Psicodélica star dijo...

Qué modificarías?

Carpe diem dijo...

Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum.


A eso le llamo yo un clásico de los clásico.

Yo, amante de las letras clásicas, le sacaría el acento al autor, es Catulo nomás. Y los versos 2 y 3 son una traducción un tantito libre, yo siempre tiendo más hacia lo literal... pero tiene su cuota peculiar el uso de ‘un bledo’. Después te digo qué más cambiaría ;)

Carpe diem dijo...

s

Ahí va la ese que falta, pobre pichi, se perdió en el camino y llegó tarde.

Psicodélica star dijo...

lo pedís, lo tenés

Carpe diem dijo...

Así de fácil es con vos la cosa?

:p

Psicodélica star dijo...

tan fácil como un ranking musical de radio FM