miércoles, agosto 03, 2005

I feel good tanananananana

Hoy, después de 8 años, retomé un viejo hábito que no sé porque lo tenía abandonado y bajo llave. Gracias a mi amiga, porque sin ella hubiese sido...digamos aburrido, ilógico, cansador, aburrido, incoherente, híbrido y aburrido, agarré una raqueta nuevamente.
Llevé la banqueta hasta mi habitación, me subí para poder ver lo que había en la parte de arriba del placard y ahí estaba. Una Prince N° 3 - 4 3/8 junto a su acompañante el tubo de pelotitas de tenis. La bajé (estornudos mediante) y la limpié hasta dejarle estrellitas, quedándome con la capa de tierra, que la acompaño por años, en mis manos.
De repente un ruido me trae de vuelta. Nunca me alegró tanto que mi amiga toque el timbre como siempre lo hace, desaforadamente y despertando instintos suicidas (acaso el timbre tiene pegamento que dificulta despegar el dedito?).
Una tarde espectacular, casi primaveral. Ideal como para ir a desalojar de la cancha 6 a dos niñas de no más de 9 años que by the way eran super profesionales.
Caminando hasta el club miles de flashes invadieron mi divague mental. Mezcla de ternura, cansancio físico, anécdotas que van desde las puteadas por esguinces inoportunos hasta momentos de gloria subida a un mini-podio, repaso de antiguas clases, enamoramientos de profesores y demases.
El polvo de ladrillo era nuestro, nada nos importaba que en las dos canchas continuas estuviesen jugando y rogando que las dos nabas se vayan de una vez por todas.Y aunque el agotamiento posterior también era todo nuestro nadie podía quitarnos lo bailado.

Fue una tarde espectacular, totalmente primaveral.

1 comentario:

Psicodélica star dijo...

estemmm...listo...ok...qué son los frágiles besos?