domingo, junio 05, 2005

Ya va

Esa maldita costumbre de dejar todo para después. Por qué hacerlo hoy si puedo hacerlo mañana?
Las consecuencias pueden variar de mínimas a demasiado graves. Pero no aprendo. Me propongo siempre tratar de dedicar el tiempo que sea necesario para poder terminar lo que tengo que hacer, pero nunca cumplo. Y delego, y delego, y delego, hasta que no se puede delegar más y yo soy la principal perjudicada. Y esta ¿filosofía de vida? la aplico, consciente o incoscientemente, en toda circunstancia. Quizas llego a terminar lo que tengo que hacer, pero lo hago apurada y a último momento. A veces ni llego,obvio. Pero me pregunto y repregunto: me gusta esa presión que me cargo sobre los hombros? Las cosas me salen mejor así? Estaré tan acostumbrada que me resulta tedioso cambiar? Por qué no hacer las cosas en su debido momento y poder disfrutar después tranquila, sin la voz interior repitiendo cada 5 minutos "acordate que tenés que hacer eso, acordate, acordate"?
No sé. No aprendo más. Y así me va. Lo que no puedo terminar de comprender es si me va bien o mal.

1 comentario:

Angelina 2.0 dijo...

Yo a tu edad era así y un día decidí ke no lo iba a ser más. Desde ese momento hago casi todo lo ke puedo en el momento, lo ke me llevó a ekivocarme muchas veces, cometer atropellos y barbaridades varias. Ahora me cuesta sacarme esa costumbre, es más, cada vez estoy peor. Y ninguno de los extremos es bueno...