viernes, febrero 04, 2005

The awful truth

Me pasa que repelo toda demostración de aprecio o cariño. Y me molesta. No me gusta ser así, y a veces lucho en contra de eso pero, obviamente, termina ganando mi alma seca y arisca.
Hoy es uno de esos días en los que me doy cuenta de que me sobrepaso con la acidez y de que la respuesta que la gente recibe de mí no es la adecuada. Y aunque trate de modificarlo, no me sale.
No sé porque cuando la gente da un indicio de que me quiere, y se abre emocionalmente, les bloqueo la entrada. Es como que tengo que demostrarles que conmigo ser cariñoso y demostrativo no va. Inconsciente o conscientemente establezco los límites para poder seguir relacionándonos.
Me harto de las personas, en el peor de los casos hasta me producen asco y detesto admitirlo. Sin embargo, es real. Cuando me hartan ( y confieso que es un proceso que vivo con cada una de las personas con las que me relaciono) necesito alejarme. No verla por un rato largo, encapsularme.
Pero no es personal, es más bien general y colectivo. Es una cuestión puramente mía. Quizás se me pasa enseguida, después de un tiempo o no se me va más. Pero es un proceso obligado. Y aunque le doy mil vueltas al asunto es más fuerte que yo.
Shit!

2 comentarios:

Angelina 2.0 dijo...

No puedo esperar a apretujarte y cagarte a chupones, mamasa...

Psicodélica star dijo...

Creo que pasa, más bien, por el momento en vivo y en directo. No tanto con lo escrito (carta, mail, mensaje en un blog, etc). Quizá por eso, me resulta más fácil expresar lo que siento a través de una carta que cara a cara. Además, dejame aclarar que no es constante. Son como estadíos.
Así que Ang, seguí intentando